Un paseo por la literatura infantil y juvenil en Ecuador

Luego de pasear por la Feria del Libro 2015 en Quito con la mejor compañía posible, me encontré con que el énfasis de la feria estaba en apoyar la campaña #EcuadorSíLee. Me queda un buen sabor de boca, porque había una variada gama de libros, actividades y promoción enfocada en niños y creo que por ahí debemos iniciar, por incentivar el amor por la lectura en los niños.

La promoción de la lectura es trascendental para crear el hábito lector, sobre todo en niños y adolescentes. La literatura orientada a este grupo etareo siempre me ha parecido encantadora, por los temas que aborda, las ilustraciones, texturas, colores que utilizan y la sencillez de las narraciones.

Ecuador cuenta con excelentes escritores en general, pero los literatos que escriben para niños y jóvenes me resultan especialmente enriquecedores.

Les comento cuáles se han vuelto mis libros favoritos, y los recomiendo para trabajar planes de promoción de lectura.

• Dos cigüeñas, una bruja y un dragón, de Leonor Bravo: es una historia fabulosa, donde un abuelito está contando una historia a su nieto, desde una perspectiva completamente diferente, con humor y fantasía. En la historia encontramos a brujas, dragones, cigüeñas, a Papá Noel, el Coco, el ratón Pérez y hasta a la autora y al ilustrador del libro. La historia es graciosa e inesperada y me parece que es, desde principio a fin, una genialidad.

Algunos de los mejores, los tengo en mi biblioteca

• Hay palabras que los peces no entienden, de María Fernanda Heredia: he leído algunos de los libros de María Fernanda Heredia, entre ellos: el club de la limonada, el puente de la soledad, yo nunca digo adiós, Cupido es un murciélago, patas arriba, amigo se escribe con H y fantasmas a domicilio. Aún me faltan por leer varios, pero definitivamente mi preferido es "Hay palabras que los peces no entienden" donde relata la historia de una niña que luego de tener un perro en casa, y darle todo su amor, los papás deciden que es mejor tener peces, por todas las responsabilidades e implicaciones de cuidar a un perro. Creo que cada capítulo del libro es enternecedor y los chicos se identificarán mucho con su protagonista. 

• Estoy harta de todos, de Soledad Córdova: es la máxima expresión de la adolescencia, cuando nadie te entiende y los adultos tratan de convencerte que tus problemas son cosas mínimas y muy tontas, en el contexto de los problemas hogareños o la crisis mundial. Me encantó porque expresa de una forma muy vívida, esa incomprensión y rebeldía, donde todos nos hartamos de padres, hermanos, profesores; esa época en la que es una injusticia bíblica no dejar que entremos con aretes para el colegio, por ejemplo. La protagonista sólo encuentra consuelo, contándole a su gato todo lo que le aflige, incluyendo enamoramientos y enredos. El libro tiene un excelente efecto de catarsis y maneja las situaciones con mucho humor.

• Me llamo Trece, de Liset Lantigua: la escritora nació en Cuba, pero creo que su aporte ha sido muy valioso en Ecuador, por eso me tomo la libertad de incluirla en esta lista. Me llamo Trece es la historia de un chico que está "más perdido que el tesoro de Atahualpa", y por irreverente, una profesora le asigna el deber de escribir un ensayo autobiográfico: Este ensayo le da la oportunidad de conocerse y plasmar las tristezas y alegrías de su vida, de Sofi y de la abuela Esmeralda

• 99 maneras de controlar el llanto, de Lucrecia Maldonado: es una historia muy dura, porque una niña tiene que enfrentar una gran tristeza, y debe reponerse para poder apoyar a los seres que más ama. Creo que el tema es muy intenso, pero real y considero que sí hay chicos a los que les toca madurar antes de tiempo, porque la vida así lo requiere.

• Alejandro Ribadeneira: de este autor aún no decido cuál de sus libros me gusta más, porque la verdad es que he muerto de la risa con cada uno. La frutilla mecánica es de una neófita del fútbol que es obligada a conformar un equipo "ganador" para representar a su colegio, y la trama es para muy entretenida, hasta me sirvió para aprender de fútbol. Las traigo muertas, ¡Hasta cuando, Profe Almeida, Chulla vida y El buitre soy yo me han encantado, por su humor, sarcasmo e irreverencia. 

Creo que Ecuador tiene insumos para que los niños y jóvenes se enamoren de la lectura, por eso le veo buen futuro a #EcuadorSíLee.