10.12.15

Y el ángel llegó

La responsabilidad de crear vida es un acto de absurda valentía, porque el mundo está loco y es de valientes traer nueva vida, pensando que podemos asumir con entereza la realidad y la fragilidad de ese nuevo ser. 

Entonces, siendo absurdamente valientes, quisimos que nos acompañaras en este viaje, que fueras la materialización de nuestras ganas de estar juntos, de la confianza que nos tenemos el uno al otro y del profundo sentimiento que nos mantiene unidos en los días buenos y los que no lo son tanto.

Tú representas el dharma que hemos acumulado durante estos años, fuiste esperado con el más grande amor, te cuidamos desde el primer día que supimos de tu existencia, con dedicación y profunda devoción. 

Un día creímos que no estarías en nuestros brazos, entonces el miedo y la tristeza nos robaban la ilusión; en ese momento sólo obtuvimos paz tomándonos las manos, sin hablar y tratando de no pensar, sólo imaginando tus manos sobre las nuestras. Pero estabas decidido a llenarnos de felicidad en su máxima expresión, con tus sonrisas, tus gestos, con tu presencia. Eres un ser de luz, y nos iluminas la vida, incluso antes de nacer.

Me volví cuna de mi razón para vivir, y mientras dejaba de verme los pies, empecé a ver mi futuro, a llenarme de ilusiones y expectativas. También algunos miedos e inseguridades, pero el mejor equipo de apoyo en el mundo estaba contigo y conmigo, haciendo planes de futuro e imaginando el olor de tu piel, el tamaño de tu sonrisa y el volumen de tu llanto.

Nos preparamos para tu llegada creyendo que ya te amábamos de la manera más extensa que se puede amar a alguien que aún no conoces.  Estudiamos, leímos, aprendimos cuentos y canciones, recetas y más... pero nada de eso fue suficiente, porque al verte por primera vez nos dimos cuenta que no sabíamos cuánto amor cabe entre nuestro pecho y espalda. 

Al verte supimos que los ángeles sí existen, el nuestro se llama Gabriel.

[Este relato se inspira en esta canción Yo te esperaba / Alejandra Guzmán]

3 comentarios:

  1. Así es... Cuando esperamos un hijo y nos llena con su presencia y con su amor.... No hay amor como ese, en ninguna parte del mundo! Pues sí, el ángel Gabriel, llegó para llenar nuestras vidas... Gracia por darnos ese ángel maravilloso.

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  2. Es por mucho la mejor experiencia de vida, es lo mas sublime que puede pasar, los miedos e inseguridades siempre están solo que son menores que la capacidad de poder amar a alguien de la manera como se hace con los hijos.
    Nunca alcanzarán las palabras para describir eso, somos hijos pero como padres la vida es una aventura...

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  3. Amiga me ha sacado las lágrimas, que belleza, definitivamente Gabriel es un ser de luz que llego a su vida a iluminarles cada día y los que estamos alrededor de el disfrutamos de ese brillo, con su dulce sonrisa conquista todos los corazones. Dios los bendiga!

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