Aprendiendo de la teoría, resulta que las bibliotecas humanas se dirigen a un público, con el objetivo de sensibilizar acerca de un problema social puntual, donde se prioriza la marginación, la segregación y el rechazo; estos temas se abordan con el fin de concienciar a la comunidad asistente, acerca del planteamiento realizado.
Para los proyecto de bibliotecas humanas pueden abordarse temas como: violencia intrafamiliar, acoso escolar, violencia de género, enfermedades catastróficas, refugiados, experiencias en zonas de desastres o guerras, entre otros; o simplemente se pueden invitar a personas que estén dispuestas a contar sus historias y sobretodo que los asistentes sean personas prestas a escuchar.
Bibliotecas humanas, donde se leen personas en lugar de libros (fotos cortesía de Ricardo Ortiz) |
En este caso, el tema seleccionado fue la experiencia de ser migrante. Para ejecutar la idea, se conformó un equipo formidable con gente capaz de darle la cara a cualquier reto. Los integrantes de este equipo plantearon sus vivencias y la realidad particular que enfrentó desde su experiencia al migrar, la cuál compartiría como libro humano.
Para darle un toque literario, cada integrante del equipo escribió su experiencia en forma de relato. Uno de esos relatos que se compartieron, quisiera plasmarlo por este medio y ponerlo a la disposición de todo aquel que quiera leerlo.
Soy ciudadana del mundo
"Un
día mi tierra dejó de ser mía, mis sueños dejaron de tener futuro, y
mis pies ya no tuvieron más piso. Porque en mi país ya no se pudo vivir y
a veces, no porque lo decidimos, sino por que las circunstancias
apremian, toca buscar en un lugar lejano, lo que en mi hogar ya no fue
posible.
Llegar a tierras extrañas no es fácil para
quien tiene que migrar y empezar desde cero, sin empleo, sin amigos, ni
familia. Pero la mayoría de los migrantes tenemos la convicción que
mañana será mejor, y nos apropiamos de una afirmación que se convierte
en mantra: "Yo, puedo con esto"
Tu vida tiene
que caber en una maleta, porque no puedes permitirte más peso, ni más
recuerdos, ni más apegos. Y esa familia que se queda, que no te cupo en
esa maleta, la añoras y la extrañas... los ves en cada esquina y en cada
uno de los momentos tristes o felices. Porque si hay algo complicado de
estar lejos, es no tener hombro para llorar las tristezas y los días
malos, pero sobre todo, no tener esa sonrisa esperándote cuando haz
alcanzado una meta o un logro. Al final, aunque no siempre sueñes con
volver al que fue tu hogar, SIEMPRE estás esperando volver a abrazar a
los que dejaste.
Un extranjero habla,
piensa, siente, come y hasta camina de modo distinto y eso a veces nos hace diferentes. Y ser diferente puede resultar incómodo para algunas personas. Pero asimismo; consigues gente que sin conocerte te abre
sus puertas y su corazón, que te adopta y te trata como parte de su
familia.
Ahora tienes una familia aquí y
otra allá. Porque el país al que llegas se vuelve tu hogar y lo
conviertes en tu segunda patria. Y entonces tu identidad y tu corazón se
dividen, y sí, ahora tienes dos amores, dos patrias por las que luchar y
trabajar duro. Haces tuyas costumbres, lugares, celebraciones, comidas,
incluso al gentilicio.
El lugar donde
naciste siempre será tu origen, pero nadie sabe a donde va, hasta que
llega. Hoy somos millones los que vivimos en tierras diferentes a donde
nacimos, y amamos y trabajamos por los países que nos dan cobijo. Somos
muchos los que ponemos empeño en trabajar por dos patrias y sentimos
orgullo del camino recorrido y las lecciones aprendidas.
Integremos
a quien es diferente. El que deja su país, por las razones que fuere
(guerras, malos gobiernos, feriados bancarios, o lo que sea) busca la
oportunidad de una vida mejor.
A veces al que
se fue lo tildan de cobarde por no enfrentar situaciones adversas o le
llaman extranjero por no nacer en la tierra en la que ahora vive. Quien
sale de su patria siempre será extranjero, incluso si pudiera volver.
Porque ya no es el mismo que era cuando se fue.
Ser
extranjero es muy duro pero no ha resultado nada mal, estoy orgullosa
de donde nací, pero sobre todo donde estoy hoy. Un país maravilloso que
me ha dado todas las oportunidades que estaba buscando. Como muchos
extranjeros, me siento ciudadana del mundo y estoy aquí, lejos de mi terruño por creer que merezco una vida mejor."
Un gran agradecimiento a todos los que hicieron posible esta experiencia, a los que le hicieron arbitrajes a las historias, a los que escucharon los ensayos y lloraron con nosotras. Pero sobre todo a aquellas que tuvieron la valentía de levantarse en un auditorio lleno de gente, para contar algo tan personal y mis respetos a la más comprometida, que leyó una historia prestada y la sintió como suya. Ellas que apoyaron la idea y creyeron que con esto podemos crear conciencia.
¡Gracias! María E., Cory y Mariuxi.
Excelente experiencia juntas....
ResponderEliminarEsta iniciativa me parece súper excelente!!!
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