10.9.15

Es Appa quien escoge

Después de un tiempo pensando en la posibilidad de compartir responsabilidades y fortalecernos como familia, tomamos la decisión de tener una mascota.

Primero pensamos en tener un gato, seres de suprema inteligencia, con una astucia formidable y tan desenvueltos que pueden vivir solos… entonces ¿para qué querríamos un gato? Si son tan independientes.
La segunda opción: un canario. El canario cantará lindo y alegrará nuestras mañanas. Pero siempre en una jaula, y nosotros viéndole encerrado, supremo egoísmo de coartar la libertad del pobre animal que nació para volar. No, un canario no.


La tercera opción fue un pez, un pez hermoso, de colores vivos, que tendremos en un acuario enorme, lleno de muchos artilugios, que le den vida y color. Pero un pez no puede demostrar su alegría o su tristeza, y el pobre sólo en un acuario, que vida tan aburrida. Descartada la opción del pez.

Así que finalmente, la respuesta llegó a nosotros. UN PERRO es lo que queremos, al que podamos sacar de paseo, que nos reciba cuando lleguemos a casa y que además podamos acariciar y mimar.
Entonces, surgen mil interrogantes más, como:la raza, la edad, el precio, el veterinario y mientras la cabeza casi nos explota de tantas inquietudes, decidimos hacer un acto altruista y adoptar a un cachorro, siempre creyendo que nosotros escogeríamos a un perrito para darle una segunda oportunidad, para regalarle una mejor vida… nada más lejos de la realidad.

Para adoptar un perrito, debimos llenar una planilla, para que evaluaran si podíamos ofrecerle un hogar confortable. Nosotros seguros que estamos capacitados para tener una mascota, llenamos la planilla sin chistar. Pasaron dos días, sin respuesta. Tres días, nada. A los siete días llegó un correo electrónico, y mientras saltaba como un grillo, me dije:  Sí, es la respuesta. Sí, tendremos un perrito.

Nos aprobaron la adopción. Voy a abrir el correo… Y luego, me cae la duda como un ladrillo desde un quinto piso, y me dije: - No, no voy a abrir el correo. Y si dicen que no, si dicen que no sabemos cuidar a un perro. ¿Qué haremos?... ay no, que triste me siento. Y sentada frente al computador, llenándome de valor, abro el correo que dice: “Estimada: Tenemos el agrado de informarle que puede pasar esta misma semana por nuestras instalaciones para seleccionar al cachorro que se llevará como mascota.” - Sí, vamos a tener un perro, haremos feliz a un lindo animal.

Con el fin de escoger a nuestro perro, leímos mucho para saber cómo seleccionar a un perro dócil, que sea de energía media y muy sociable. Queremos que sea lindo, tierno, y muy obediente. Nos compramos 6 libros, 4 revistas, 2 vídeos y recogimos muchos folletos de material que nos pueden ayudar.

Hemos decidido que, hasta no terminar de leer todo el material, no adoptaremos, para que así estemos preparados para seleccionar a nuestra hermosa y obediente mascota. Pero, como agradecimiento por ser seleccionados para acceder a la adopción, fuimos a entregar una donación en el albergue de cachorros rescatados, y entonces pasó.

Llegamos al albergue, y entregamos el alimento que habíamos comprado para donar, y la curiosidad pudo más, así que pasamos a ver cómo tienen a los cachorros. Desde afuera se escuchaban aullidos y ladridos, pero no eran de esos en los que parece que el perro está furioso o que está sufriendo. Eran aullidos y ladridos que parecían una amena conversación perruna, donde se cuentan los chismes, lo que han comido, que si este cuidador llegó tarde y al perrito de la esquina lo han visto coqueteando con la perra de afuera.

Estaban aseando a los cachorros, había algunos en jaulas muy limpias y los tenían con camisitas que los cobijaban del frío, unos eran realmente pequeños y otros que ya pasaban los cuatro meses. Otros cachorros estaban caminando por el piso, supongo que los dejaban estirar las patitas mientras le aseaban las jaulas.
Fue entonces cuando ella “nos escogió”. Era una cachorra, una bolita de pelos blancos y negros, no era más grande que mi puño, caminaba torpemente hacia nosotros y justo cuando llegó frente a mí, se acostó sobre mi zapato. Y desde mi zapato, plácidamente acostada, nos miraba de reojo, con una miraba tan tierna y dulce que yo sentí como se me derretía el corazón.

Al ver a la cachorra echada sobre mi zapato, nos pusimos de cuclillas, para acariciarla, y entonces se puso patitas arriba, para que le hiciéramos cosquillas en la panza. Entonces, no pudimos dar un paso más, no quisimos dar un paso más, no vimos a otros perros, no buscamos más opciones, la amamos desde ese momento.
Era ella, era esa perrita a la que daríamos ejercicio, disciplina y afecto, como diría César Millán. La cachorra tenía una mancha en la frente que le llegaba hasta el hocico, casi dibujaba una flecha, y movía la cola de una forma tan graciosa que parecía que quería salir volando. Entonces la tomamos en nuestros brazos y dijimos: - Se llamará Appa, como el bisonte volador de Avatar, el último maestro de aire. Es perfecta para nosotros.  
Pero resultó que en realidad nosotros somos perfectos para ella.

Semanas de preparación para escoger al mejor cachorro, a ese que se adecuara a nuestro ritmo de vida, a nuestra casa, al presupuesto y fue ella quien con una mirada, dijo: “Ustedes serán mis humanos, nos iremos pronto a casa”. Desde el día que Appa nos escogió, nos recibe con alegría y ha desarrollado una preferencia por masticar papel, así que una que otra vez también nos recibe con una factura a medio comer. 

Ella nos habla, aunque no emita palabra y lo que dice, generalmente es más bonito de lo que las palabras que pueden emitir muchos de los humanos que conocemos. Y lejos de lo que nosotros pensamos, ha sido ella quien nos ha llenado de amor, y nos ha dado una vida mejor, donde las risas y las travesuras abundan. No importa la raza, no importa si no es tan obediente como queríamos, porque ella supera nuestras expectativas, ella nos ama y nos lo hace saber cada hora de cada día.

2 comentarios:

Derecho de autor en el marco de la propiedad intelectual y gestión bibliotecaria

La mesa redonda denominada: "Derecho de autor en el marco de la propiedad intelectual y gestión bibliotecaria" fue organizada po...